La ciudad es un ecosistema urbano industrial. Es modificado en gran medida por el Hombre, e impulsado por combustibles, que reemplazan al Sol como fuente principal de energía. La ciudad es un lugar de intercambio, que agrupa sistemas económicos, políticos, sociales, educativos, de esparcimiento y comerciales.
La ciudad se nutre de los demás ecosistemas, y tiene un impacto negativo sobre ellos. Los necesita para su mantenimiento vital y para el suministro de alimento y combustible. El ecosistema de la ciudad depende de las demás ecorregiones, la ciudad contamina a estas y a sí misma. Es imposible que no haya contaminación en la ciudad por las actividades que se realizan en esta, como la act. Industrial, la de los medios de transporte (con sus gases contaminantes), y los residuos, que si no se tratan debidamente contaminan suelo, aire y agua. Por su parte, el agua de lluvia, si bien cae de forma que puede ser utilizada, al entrar en contacto con aguas contaminadas (de desagües o cloacas), también se contamina y pierde su condición de utilizable.
Las ciudades son sistemas subsidiados, ya que dependen de otras ciudades, de los sistemas agrícolas y de las reservas de energía, en especial, de las fósiles.
El impacto negativo que genera la ciudad en las distintas ecorregiones se debe a los diversos problemas ambientales que les provoca, como sobreexplotación (ya que la madera de los árboles se utiliza como materia prima para diversos productos e industrias), deforestación (para ampliar la frontera agropecuaria y producir más productos agrícolas para satisfacer a toda la población), la explotación minera (para obtener metales para la construcción y otras industrias), el comercio de fauna (como una actividad comercial), y la pesca marítima y fluvial (en exceso, para obtener mayores ganancias). Todo esto significa un uso y abuso de los recursos naturales, evidenciando así el efecto negativo de la ciudad sobre las ecorregiones.
También, ese impacto trae consecuencias a la propia ciudad, como pobreza, indigencia, aumento de población, distribución despareja de la población en el espacio (concentración de poblaciones en áreas urbanas o centrales y baja densidad en zonas rurales) y destrucción del paisaje. Todo esto genera problemas sociales y falta de higiene.
De todos modos, cada persona con acciones individuales puede contribuir a mejorar la situación social y disminuir la contaminación. Si bien el impacto 0 es imposible, cada uno puede tomar decisiones, hacer actos personales y así reducir el impacto de la contaminación al mínimo. Si cada uno asume ese compromiso, esto se puede lograr.
Alguna de las acciones que se pueden realizar son: reducir el consumo, reciclar los envases, separar los residuos en reciclables y no, reciclar los que se puede, mantener la higiene en los espacios públicos y cuidarlos.
Es un compromiso de todos los días, pero si todos lo asumimos como sociedad, los cambios no tardarán en aparecer.
Imagen extraída de: http://pic96.flodeo.com/photos/96/AA/AG/ecologia-20/10525231-14068209.jpg
